It takes 10,000 hours

It takes 10,000 hours

Un aspecto en el que ponemos mucha atención durante el proceso de formación es la consistencia y constancia en la exposición a un tema o en la práctica de una habilidad. Más que creer en fórmulas mágicas que aceleran el aprendizaje de un concepto o la formación de un hábito, creemos que el camino al verdadero conocimiento y desarrollo requiere un tiempo para absorberse y asentarse.

Malcolm Gladwell menciona en su libro Outliers que "it takes 10,000 hours of intensive practice to achieve mastery of complex skills and materials, like playing the violin or getting as good as Bill Gates at computer programming". Al ser una escuela donde el principal idioma que se enseña es el ingles, hemos logrado notar que la constante exposición a esta lengua, por ejemplo, hace que los niños, incluso aquellos con un bajo nivel de inglés, entiendan y adopten poco a poco las expresiones de los profesores. El solo hecho de todo el tiempo escuchar otro idioma durante su horario escolar les dará una ventaja importante por sobre los niños que sólo lo escuchan y practican ocasionalmente.

Otro aspecto donde vemos que el niño requiere esta consistencia y constancia es en la formación de hábitos. Si bien, en un inicio puede ser tedioso reforzar el hábito de pedir las cosas por favor o de dar las gracias o de lavarse las manos antes de comer, al continuamente recordar al niño que lo haga le formará, tarde o temprano, la costumbre y llegará el punto en que lo haga de manera natural y automática.

Lo mismo sucede con el desarrollo del resto de las virtudes y habilidades que deseamos que nuestros hijos aprendan. Parecido a como se desarrolla un músculo, será, en la mayoría de los casos, más importante asistir diariamente a ejercitarse por unos minutos, aún sin mucha técnica, que desgastarse por horas un solo día a la semana haciendo los ejercicios con la mejor técnica del mundo.

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